¿A quién no le cambia la cara cuando le dicen que el acompañamiento de su comida son papas fritas? Pueden estar cortadas en bastones, cubos o tiras muy finitas (como las pay), como sea se llevan el premio a la mejor guarnición de todos los tiempos y, como tal, hoy se celebra su día a nivel mundial.
No hay certezas de por qué el 20 de agosto es el Día internacional de las papas fritas, pero qué importa si resulta una muy buena excusa para darnos ese gusto que tanto nos tienta. Para que nos salgan crocantes, sequitas y bien sabrosas, le pedimos a la cocinera Patricia Alfie que nos dé los tips indispensables:
- El corte de las papas debe ser parejo.
- Una vez cortadas, se las deja remojando unos minutos en agua fría para que suelten almidón y así al freírlas salgan más crocantes.
- Secarlas muy bien con un repasador para no llevar agua al aceite.
- Cuanto más grueso es el corte, más tiempo de cocción lleva.
- Cocinarlas en abundante aceite, que cubra todas las papas. La cocción en mucha cantidad es mejor porque el aceite no se satura ni se quema.
- El aceite debe estar bien caliente (fuego fuerte). Si son muchas papas, es preferible hacer más tandas que ponerlas todas juntas de una sola vez, porque si se ponen juntas se baja la temperatura de cocción del aceite y, si esto sucede, las papas quedan blandas.
- Cuánto más caliente tengas el aceite, menos tiempo van a estar las papas sumergidas y menos aceite absorben.
- Usar aceite neutro, de girasol. Siempre limpio y nunca reutilizarlo.
- No revolver las papas, sino sólo moverlas para que no se peguen.
- Retirarlas del aceite y esperar unos minutos para salarlas, porque, si se hace cuando están muy calientes, la sal libera líquidos que le quitan crocantez.
Si estás pensando en hacer mucha cantidad, Patricia nos recomienda “prepararlas con anticipación (una hora antes, por ejemplo) y al momento de servirlas colocarlas bien esparcidas (sin amontonar) en una placa baja y darles un golpe de horno bien caliente. Otra opción es volver a sumergirlas en aceite caliente”. De esta forma, nos asegura que siguen quedando bien crocantes.
Para los más sofisticados, pueden llevarlas a la mesa con una rica salsa provenzal o mezclarlas con queso cheddar y panceta. Claro que las papas fritas por sí solas son un clásico que no necesitan nada más.
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