Los pasos iniciales en la alimentación de tu bebé son muy importantes. En sus primeros años va descubriendo nuevos sabores e incluyendo poco a poco distintos nutrientes para que su organismo pueda desarrollarse de manera adecuada.
Durante esta etapa, las proteínas suelen tener un rol especial ya que permiten el desarrollo estructural; pero en ocasiones pueden tornarse una “amenaza”, desencadenando una reacción de defensa en el cuerpo que se denomina alergia alimentaria.
Si bien entre sus causas se han identificado las proteínas de ocho alimentos puntuales – leche, huevo, soja, trigo, frutos secos, pescado, mariscos y maní-, en los niños más pequeños suelen aparecer con frecuencia las alergias causadas por el huevo, la leche de vaca y los cereales.
Esta reacción es causada por acción del sistema inmune y suele presentarse luego de haber ingerido alguno de estos alimentos. Sus efectos pueden ser leves o graves, siendo estos últimos de consulta inmediata con el sistema de salud.
¿Cómo puedo identificar una alergia alimentaria?
- Problemas en la piel: ronchas y lesiones rojizas que provocan picazón e hinchazón.
- Problemas de respiración: estornudos, sibilancias, estrechez de garganta.
- Síntomas digestivos: náuseas, vómitos y diarrea.
- Síntomas circulatorios: piel pálida, mareos o desmayos.
Para evitar que se repita, es importante hablar con el pediatra, identificar qué alimento provoca la reacción y eliminarlo de la ingesta completamente. En especial, hay que considerar la información nutricional de los productos elaborados, ya que pueden contener el alimento, aunque no esté a la vista.
La buena noticia es que la mayoría de estas alergias desaparece en el transcurso de la niñez sin necesidad de hacer un tratamiento específico, pero no deja de ser esencial tratarlas en el momento que se presentan.
No dejes de consultar a tu pediatra de confianza ante cualquier duda.
Dra. Florencia Rolandi, Médica Cardióloga, MN 100.667.