¿Qué mujer no dice en algún momento del día “¡cómo me comería algo dulce!”? Ese chocolate en la heladera o esa torta llena de crema y dulce de leche que parece llamarnos desde la vidriera del bar ¡son tan tentadores! Pero ¿por qué a los hombres no les pasa eso o al menos no de la misma manera? Según estudios, no hay dudas de que el paladar femenino prefiere el sabor dulce.
Una investigación del Departamento de Desarrollo Productivo y Tecnológico de la Universidad Nacional de Lanús reveló que “las mujeres tienen una tendencia un poco más fuerte en el consumo de dulces que los hombres, dicen “prefiero restringirme un poco en las comidas, pero luego darme un gusto con los postres”. Así coincide también el Informe Tendencias en el sabor del Centro Consumolab de Aina (España), según el cual las mujeres van por lo dulce y los hombres por lo salado. El sabor ácido, en cambio, gusta a ambos por igual, mientras que el sabor amargo agrada en un 2,2% más a los hombres que a las mujeres.
Los datos duros tienen, además, una explicación emocional: “Las mujeres responden más a los estados emocionales comiendo que los hombres” afirma el licenciado en Nutrición Martín Giannini y agrega que “cuando están emocionalmente inestables tienden a comer más que los hombres y tienden a elegir las cosas que les son más gratificantes como los dulces”.
Este 8 de marzo regalale a las mujeres de tu vida bombones, chocolates, caramelos y todo lo dulce que se te ocurra. Y si sos mujer, ya sabés, no es que seas golosa, es el paladar femenino que prefiere lo dulce.