Con la ansiedad en el ambiente, las Mujeres Transformadoras de Buenos Aires se reunieron en Martínez para continuar con la segunda capacitación del programa, con 30 entusiastas asistentes.
Fue el 13 de julio, cuando esta vez la consigna fue organizar, planificar, proyectar. Como siempre, la sinergia, retroalimentación y empoderamiento estuvieron presentes.
El segundo encuentro fue dictado por Sandra Felsenstein, Ingeniera Industrial con Postgrado en Marketing Estratégico, fundadora y CEO de la consultora DINKA.
La oradora destacó la importancia de la capacidad de adaptación y reinvención del modelo de negocio, en un contexto donde los clientes también se renuevan permanentemente. También detalló estrategias para pensar y comunicarse con los clientes y para desenamorarse de las ideas y pensar los productos. Además, comparó modelos de negocios que se usaban antes vs los actuales, y finalmente invitó a las asistentes a escribir en un ‘CANVAS’, factores, elementos y protagonistas de su proyecto, compartiendo y respondiendo sus dudas. Por último, las desafió al dilema de pensar sus fortalezas, debilidades y oportunidades.
¿Qué es Mujeres Transformadoras?
Un programa de capacitación totalmente gratuito, donde mujeres de Buenos Aires y Córdoba reciben 5 talleres dictados por especialistas en cada materia. El objetivo es brindarles herramientas para pensar, proyectar, planificar, enfocar y direccionar su iniciativa. Al finalizar la cursada, las emprendedoras que la hayan completado, reciben un diploma que acredita su participación.
Además, en un evento final, un jurado seleccionará a dos emprendimientos por sede, que recibirán un capital incentivo de $60.000.- para su proyecto.
Testimonios de Mujeres Transformadoras 2018
Pastelera y emprendedora, Patricia Juan desembarcó en el segundo evento con la torta de Mujeres Transformadoras, con logos de Disco y Voces Vitales, elaborada por su empresa familiar, Crisor. “Soy muy consciente que para crecer antes hay que aprender. De modo que soy feliz y estoy súper mega archi agradecida con las profesoras de los dos primeros encuentros, que explicaron todo de manera clara y concreta. Respondieron todas las dudas, y compartieron sus experiencias”, relata, y agrega: “Se me hace corto el tiempo de cada clase, y ya estoy esperando la próxima”. Crisor comenzó cuando su hija le pidió que le cocine unas galletitas que le hacía cuando era chica. “Eso empezó a gustar, y como en la empresa donde trabajaba no me dejaban ir a estudiar, en 2015 renuncié y comencé a capacitarme. No miré mi edad, 57, ni mi poco conocimiento”, recuerda. “Estudié pastelería, chocolate, y todo lo que pude, pensando en quienes quieran comer algo delicioso y poner en la mesa algo que se destaque, que haga que todos se maravillen. La idea es que se perpetúe y deje su huella”, y concluye: “Y seguimos soñando, sabiendo que nunca hay que dejar de perseverar”.
Cynthia Robledo de hps!, ya había hecho el CANVAS alguna vez, pero cuando Sandra lo requirió en esta segunda clase, hizo manos al lápiz. Su experiencia fue muy provechosa: “Fue un empujón a replantear ciertos aspectos del proyecto, y me incentivó a llevar un tablero de control, herramienta que hasta el viernes no me había planteado”. Cynthia destaca la posibilidad de compartir experiencias: “Es muy motivador lo que aprendemos, pero también el networking. Compartir situaciones en las que nos encontramos, similares en muchos casos, ayuda a no sentirnos tan solas ni ‘extraterrestres’”. Y agrega: “Considero a esta oportunidad muy valiosa, para pensar y repensar a nuestros proyectos y a nosotras mismas”. Su firma trabaja principalmente con fieltro industrial, que se estampa en serigrafía con diseños originales, para para dar vida a fundas para tablets, bolsos para bici y objetos para la mesa, entre otros.
“La última charla me motivó muchísimo”, cuenta Cinthia Fehling, CMO y co-fundadora de LEAF Social. Y agrega: “Aplaudo la oratoria de Sandra, que sabe conectar muy bien con su audiencia, denota experiencia y no teme a abrirse a mostrar el detrás de escena”. Cinthia rescata, además, la analogía que planteó la docente entre un emprendedor y un niño. “Es importante ser curioso, no tener miedo, atreverse, creer que todo es posible y, divertirse. A veces, arrastrado por la rutina y los incendios diarios, uno se olvida de por qué empezó, qué lo llevó a estar adonde está, y a valorar el camino recorrido”. Su empresa desarrolla productos solidarios y sustentables: utiliza caucho de neumáticos para suelas de zapatillas, descartes textiles para bolsas, lonas de banners en desuso para mochilas y carteras, así como otros accesorios más pequeños. El margen principal de las ventas se destina a proyectos sociales de diversas ONG. ¿Su sueño? “Que mis logros sean de todos. Que mi granito de arena sea el comienzo de una cadena de favores. Que éste sea el primer favor de muchos”.
Alejandra Raimondi también valoró la técnica del CANVAS. “Veo que a todas nos pasa lo mismo, vamos a lo descriptivo del negocio, pero nos cuesta la puesta en valor, distinguir qué es lo que nos hace únicas.” Ella y su socia María están a cargo de Nuestros Bombones, su emprendimiento de chocolatería para el cual se formó junto a Julieta Pascale. “Con María nos conocemos desde el jardín de infantes de nuestros hijos”, relata sobre su compañera en los negocios. Recibida en Relaciones Públicas, Alejandra se dedicó a su familia, y recién hace 3 años apostó a su pasión. Sobre sus compañeras del taller, detalla: “El grupo me encanta, de hecho con muchas emprendedoras nos seguíamos mutuamente por Instagram, y nos conocimos personalmente el primer día”. Miembro de la Asociación de Emprendedores Argentinos, se enteró una vez concluida la inscripción de las capacitaciones en la primera edición de Mujeres Transformadoras, así que ahora tiene su revancha. “Lo que más rescato es poder seguir aprendiendo, que es algo que nunca hay que perder”.