Notas

La rueda de la vida

Se nos viene fin de año y muchas veces hacemos balance del año que se nos va o encaramos cambios y/o transformaciones para el año que viene.
La rueda de la vida, herramienta muy usada en el Coaching, nos invita a hacer en pocos minutos un ejercicio de autoanálisis y nos regala, como resultado, un gráfico potente que servirá de pantallazo para mostraros cómo estamos paradas en cada una de las áreas de nuestra vida.

¿Cómo funciona?

• Dibujá un círculo y dividilo en 8 a 10 porciones.
• Cada porción tiene que representar áreas de la vida que son importantes para nosotros.
• Abajo te muestro una rueda estándar, pero cada cuál puede agregar, sacar o redefinir porciones según su estilo, intereses y prioridades de vida.

El ejercicio propone que cada uno evalúe su nivel de satisfacción en cada una de las áreas elegidas para conformar su rueda.
En el centro ubicamos el 0, siendo 0 la mínima satisfacción posible en esa área, y cerca del perímetro ubicaríamos el 10, la máxima satisfacción posible.

Para evaluarte, la idea es ir haciéndote preguntas del tipo:
En el área del trabajo: ¿Disfruto mi trabajo? ¿Trabajo en una empresa que refleja mis valores? ¿Me gusta el entorno? ¿Me siento valorado? ¿Tengo desafíos?
En el área de las finanzas: ¿Llego a fin de mes? ¿Estoy conforme con mi nivel de ingresos? ¿Siento que debería cobrar más por lo que hago? ¿Ahorro? ¿Estoy soñando con algún gusto/viaje en el corto/mediano plazo?
En la salud: ¿Gozo de buena salud? ¿Cumplo con mis chequeos médicos? ¿Me alimento sanamente? ¿Me siento vital? ¿Hago ejercicio?
En el área del ocio: ¿Me divierto? ¿Hay espacio para hobbies? ¿Sé relajar?
En el amor de pareja: ¿Me siento querido? ¿Me siento solo? ¿Estoy solo, pero quiero estar en pareja/ Estoy en pareja, pero me siento solo? ¿Estoy alimentando mi relación? ¿Estoy abierta a una relación?
En cuanto a mi desarrollo personal: ¿Estoy creciendo cómo persona? ¿Invierto en mí? ¿Siento que expandí en los últimos años? ¿Agrandé mis zonas de confort? ¿Tomé cursos últimamente?
En el área de la familia: ¿Quién es mi familia? ¿Tengo una buena relación con ellos? ¿Me siento conforme con mis relaciones? ¿Hay alguna aspereza por encarar?
Con respecto a la amistad: ¿Quiénes son mis verdaderos amigos? ¿Estoy compartiendo tiempo del bueno con ellos? ¿Estoy nutriendo estas amistades? ¿Tengo una tribu definida?

Una vez hecha la propia evaluación tenemos que unir los puntos.
Solo para dar un ejemplo, la rueda podría quedarte así:

La idea de esta rueda no es juzgarte, sino mirar su forma.

¿Es chiquita mi rueda o está expandida?
Si es chiquita significa que estoy poco satisfecha en la mayoría de las áreas, y me invita a revisar a qué le estoy poniendo foco y a la forma en la que lo estoy haciendo. ¿Hay sentido en mi vida?

Cuanto más amplia sea mi rueda, claramente mayor es el sentido que estoy encontrando en lo que hago.

Las áreas bajas me dan la oportunidad de mirarlas con má atención, de ponerles lupa y meterles luz. ¿Por qué me puntué bajo? ¿Qué me está pasando ahí? Me invitan a desmenuzar esa porción de la rueda.
Muchas veces transformar una sola porción importante termina impactando en otras áreas indirectamente relacionadas.

La rueda de la vida nos invita a la acción, invita a entusiasmarnos, a encarar pequeños cambios que nos ayuden a mejorar nuestro nivel de satisfacción general.
A veces es una charla pendiente, a veces es un cambio más radical, a veces un pequeño ajuste de rutinas, a veces encarar una terapia, a veces simplemente frenar y hacer lo que sabemos tenemos que hacer.

No pretendas ganar todas las batallas de una. Empezá por las porciones que sean más importantes para vos.

Tomate 30 minutos. Armá la rueda y ¡salí rodando!
¡A brillar, mi amor! ¡Vamos a brillar!

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