Alimentos saludables

Llegan las fiestas ¡preparate para comer sin culpa!

Celebramos la Nochebuena o el Fin de Año con temperaturas de verano y comidas de invierno, queremos probar todo y comemos más de lo que estamos acostumbrados, un combo perfecto para desordenar nuestro organismo. Para evitar que esto pase “es importante comer liviano los días anteriores, pero no dejar de comer ni hacer dietas estrictas para “compensar” lo que vamos a comer después. Comer como de costumbre”, dice la Health Coach, Loli Alliati. Para eso, nos aconseja:

Días previos a las fiestas:

• Incluir muchos vegetales y frutas que, además, en esta época calurosa son ideales para darle a nuestro cuerpo las vitaminas y minerales que necesita.
• Hidratarnos bien tomando mucho agua para evitar comer en exceso, algo que nos pasa sin darnos cuenta porque creemos que tenemos hambre cuando en realidad es deshidratación.

Durante el día de las fiestas:

• Hidratarnos bien, preparar agua con frutas como rodajas de limón con menta, o pomelo y frutillas.
• Respetar las 3 comidas anteriores (desayuno, almuerzo y merienda), buscando opciones livianas, pero ¡no saltearlas!

En las fiestas:

• Incluir en la mesa navideña ensaladas, pinchos de vegetales, frutos secos y aguas saborizadas caseras o limonadas. De esta forma vamos a poder incorporar a nuestro plato opciones saludables y así dejar menos espacio para las opciones menos saludables.
• No llenarnos con la picada si sabemos que nos espera una gran variedad de platos y postres que vamos a querer probar.
• Elegir qué vamos a comer y servirlo todo en el plato de una vez para tener más consciencia de nuestras elecciones.
• No comer en exceso, intentar que la mayoría del menú sea casero y evitar las golosinas navideñas que están cargadas de azúcar.
• Cuidar la refrigeración de los alimentos. Muchas veces se dejan fuera de la heladera por el hecho de que no hay espacio, o por no abrirla y cerrarla contantemente y eso no permite que mantenga el frío.

Después de las fiestas:

• Si nos dimos gustos, pero sin excedernos demasiado, al día siguiente deberíamos poder retomar nuestra alimentación como de costumbre.
• Tomar mucho agua a la mañana, y en lo posible agregarle jugo de limón.
• Escuchar el cuerpo, si comimos de más y nos despertamos sin hambre, empezar por hidratarnos bien y comer cuando el cuerpo lo pida, priorizando las vegetales y frutas.
Lo más importante es saber que “es un momento para festejar, la comida no tiene que ser el centro. Disfrutar sin estrés, estar presentes en el momento y llenarnos de aquello que nos alimenta el alma ¡no sólo la panza! Y no sentir culpa, está bien comer el pan dulce que trae tu abuela o la torta que preparó tu hermana”, nos alienta para que disfrutemos de unas muy

¡Felices Fiestas!

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