Alimentos saludables

Vegetales de invierno

Siempre se dijo que la naturaleza es sabia, por eso cada estación nos brinda sus propios vegetales. Si sabemos elegirlos, podremos aprovechar al máximo sus nutrientes y tener una alimentación más rica y variada. La Lic. en Nutrición, Victoria Ford (MN 8380), nos ayuda a conocer cuáles podemos encontrar durante el invierno.

Cebolla, ajo, puerro: infaltables en la cocina, realzan el sabor de todas las preparaciones y fortalecen el sistema inmunológico. Se pueden incorporar en salsas, tartas, rellenos (ej.: tarta de puerro, pizza a la fugazzeta).

Arvejas, chauchas, habas: es un grupo un tanto relegado,pero muy versátil, aportan proteínas y fibra, son fuente de hierro y ayudan a reducir los niveles de colesterol. Se pueden usar en guisos, ensaladas frías, pisadas en puré (ej.: puré de arvejas, habas a la provenzal).

Espinaca, acelga, remolacha: ricas en vitamina B9 y hierro. Además, la remolacha aporta antioxidantes y tiene compuestos cardioprotectores. Se pueden consumir en tartas, ensaladas crudas o cocidas, budines, soufflés, croquetas y en rellenos (ej.: tarta de espinaca, canelones de acelga, remolacha cruda rallada).

Repollo, rabanito: tienen baja densidad calórica y aportan mucho volumen, variedad de vitaminas y minerales, además de mucha fibra. Ideales para usar cortados bien finitos en ensaladas frías o como ingredientes de platos calientes (ej.: guisos y sopas).

Zanahoria, perejil: entre sus propiedades, la zanahoria aporta fibra soluble y betacarotenos (provitamina A) que ayudan a la vista regulando la cantidad de luz recibida por nuestros ojos y favorecen a la salud de nuestra piel al ser antioxidantes y participar en la producción de colágeno (ej.: carrot cake, zanahorias grilladas, soufflé de zanahoria, rallada cruda en ensalada). El perejil, como todos los de hoja verde, aporta hierro y B9, pero lo cierto es que se consume en pocas cantidades porque se usa como condimento (ej.: papas a la provenzal, en la preparación de milanesas de pollo o carne vacuna).

¿En qué nos beneficia priorizar los alimentos de temporada? La nutricionista nos explica que las ventajas son:

  • Mantienen sus cualidades organolépticas: textura, óptima apariencia y sabores más intensos porque son recolectados en su momento justo de maduración.
  • Se encuentran a precios más económicos comparando con los que también se consiguen, pero no pertenecen a la estación.
  • El impacto no solo se da en nuestra salud, sino también en el medio ambiente: al consumirlos se favorece la diversidad de los cultivos, y ayuda a impulsar y mantener la economía local.

Motivos más que suficientes para llevarlos a la mesa, ¿no?

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