Atrás dejamos las salidas y los eventos para dar lugar a juntadas en casas. Pasamos de platos frescos y prácticos, como ensaladas y jugos, a elaborar comidas más suculentas como guisos y sopas. Comienzan a olvidarse las frutas para ser reemplazadas por chocolates y harinas.
El tradicional pan de carne es una excelente opción otoñal. Fácil y rápido de preparar, aporta caloría y sensación de hogar.
Las legumbres son unos de los imprescindibles del otoño y el invierno. Ideales para elaborar guisos y platos con carnes y verduras, con el popular guiso de lentejas como estrella. Se puede optar por algo liviano o algo más complejo sumando verdura y carne.
Los guisos más tradicionales se pueden preparar con carne de vaca, cerdo o pollo. Agregando morrones, cebolla, salsa de tomate, papa, zanahoria, arvejas, zapallo y las verduras que más te gusten. También son fáciles de elaborar y en un mismo plato aporta proteínas, carbohidratos, fibras, vitaminas y antioxidantes.
Si bien las sopas son más invernales, en otoño ya empiezan a aparecer. Lo mejor para su preparación es elegir productos típicos de estación como calabaza, zapallo o puerro.
¡Y ahora los postres! Brownies, tortas, alfajores de maicena, frutos secos, volcán de chocolate. Acompañado de té con jengibre, chocolate caliente o un submarino.
Ahora sí, a sumar un buen libro, tu melodía favorita y comenzar a disfrutar de los primeros fríos.
*Por Meme Castro
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