Que hay que bajar el consumo de sal es una realidad, pero muchas veces nos encontramos con que no sabemos con qué reemplazarla para no resignar ese sabor que le agrega a nuestras comidas. Sin embargo, la solución es más sencilla de lo que pensamos.
En primer lugar, nos asegura el Dr. Joaquín Tartaglione (M.N 152.891), especialista en Medicina de familia, es importante “volver a cocinar en casa, cuando nosotros cocinamos podemos ser conscientes de la materia prima que utilizamos y de cómo condimentamos nuestros alimentos”. En este sentido, asegura que “los grandes aliados a la hora de cocinar en casa para remplazar la sal” son: las hierbas y las especias, que tienen la virtud de aportar diferentes sabores a los alimentos y realzarlos.
Más sabores en tu cocina
Los condimentos más clásicos son la pimienta, orégano y el limón, pero hay muchos más que podemos usar en lugar de la sal. “Muchas especias no solo nos aportan aroma y sabor, sino que tienen importantes propiedades medicinales, como la cúrcuma, jengibre, pimienta, baharat, curry, coriandro, cardamomo, comino o azafrán”, enumera Tartaglione quien siempre aconseja a sus pacientes que “compren especias que no conocen y se animen a probarlas, es la mejor manera de agregar nuevos sabores”.
El consumo excesivo de sal es uno de los principales responsables del aumento de la presión arterial, lo cual “sostenido en el tiempo lleva a que gran parte de la población en la vida adulta tenga Hipertensión Arterial”, explica el profesional.
Según los índices actuales, en Argentina el 35% de la población es hipertensa. “La hipertensión arterial es considerada el principal factor de riesgo cardiovascular, por lo cual trabajar en prevenirla es uno de los aspectos más relevante que podemos hacer en salud. Es una enfermedad silente, puede cursar asintomática por mucho tiempo, no tiene cura (aunque sí puede tratarse eficazmente) y solo la podemos detectar mediante controles periódicos”, explica el Dr. Carlos Reguera, médico cardiólogo y jefe del área de Cardiología y Medicina Preventiva de INEBA.
La buena noticia es que es prevenible. ¿Cómo? Una iniciativa es reeducar nuestro paladar habituándolo al sabor de las especias. “Si estás acostumbrado a comer con mucha sal y sentís que nunca vas a poder dejarla, animate a probar con diferentes especias para ir disminuyendo de a poco la cantidad de sal. Esto le va a permitir al paladar ir adaptándose a los cambios hasta incorporarlos”, asegura el Dr. Joaquín Tartaglione.